Entre alfareros y talavera

*En el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, el Museo Fábrica Talavera Armando nos lleva a un paseo por la história de la emblemática talavera, un arte que distingue a la capital

Guadalupe Juárez

Puebla, Pue.- Un museo que resguarda piezas representativas de las diferentes influencias que han llevado a lo que hoy conocemos como la talavera poblana y su legado.

En la 6 Norte 406 se encuentra la Fábrica Talavera Armando, muestra los inicios de la cerámica mesopotámica, la antecesora de las piezas de talavera, reflejada en un jarrón blanco con detalles cafés.

Se trata de los primeros avances de los tornos y hornos alfareros, así como en la invención del esmalte vítreo, lo cual logra que la cerámica tenga brillo, colorido perdurable, impermeabilidad y dureza.

Las primeras piezas con esta técnica fueron usadas en decoraciones arquitéctónicas para recubrir las paredes o en murales bajorrelieve, como los puentes y entradas de las murallas de babilonia.

Las vasijas solían ser cerámica pintada con diseños geométricos pintados de colores rojo, negro y marrón. Sólo algunas piezas eran verde-azuladas y databan de los años 1700-1500 antes de Cristo.

En este museo en Puebla también es posible ver piezas de la cerámica china, un gran jarrón blanco con detalles azules, de cuando introdujeron la técnica cerámica vidriada del Medio Oriente, de su importación de la pasta para producir el esmalte vítreo, un antecedente de su producción de porcelana. La cerámica vidriada china fue aplicada en el muro de los nueve dragones.

En otro espacio son exhibidas las piezas de colores amarillos, naranjados y azules que corresponden a la cerámica hispano-musulmana. Se trata de piezas con patrones de estrellas o geométricos que provienen de la península ibérica, durante la dominación islámica, reconocida por su sofisticación.

De esta forma, la producción de vasijas se basa en las enseñanzas de dos escuelas, la de la cerámica Andalusí de tipo policrono y la cerámica Nazaro o de reflejos dorados, cuya corriente llegó a Puebla.

En el Museo Armando hay una muestra del proceso por el que pasa cada una de las piezas desde la arcilla, la mezcla, el barro negro, los moldes utilizados, el horneado, cuando les aplican esmalte, el estarcido y la decoración, técnicas que la fábrica Armando replica desde los siglos XVI y XVII.

También están la muestra de la arcilla blanca y oscura poblanas que son los materiales con los que pueden hacer los moldes de la talavera y que distinguen las piezas locales, que han logrado el reconocimiento a nivel mundial.

“El horno es el que tiene la última palabra, observarían que las piezas se ponen al rojo vivo y los decoradores usan barba de chivo y cola de caballo como pinceles”, dice uno de los guías del museo que explica los procesos a seguir para las piezas.

En la última sala del museo son exhibidos los platones con la decoración típica poblana en las piezas, jarros, jarrones y floreros.

“La historia de la cerámica va de la mano de la historia del hombre”.

 

 

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